[13/1/2003]
Clara separó los dedos y dejó caer la arena en tres cascadas áridas.
—No iré —dijo María, paseando los ojos más allá del horizonte.
Adela se tapó la nariz y la boca con la mano, sin poder ahogar la risa que le hacía cosquillas desde adentro.
Clara pisó con rabia la arena caída y deseó volver a tenerla en su poder.
Marta decidió cooperar, pero nadie se fijó en ella.
—Pueden dejar de insistir —dijo María, cruzando los brazos bien apretados contra el pecho.
Adela se sentó en una piedra, todavía sacudida por fenómenos internos.
Marta decidió no cooperar, pero nadie se fijó en ella.
Mientras tanto, Nora caminaba por el borde, con los puños apretados, a un centímetro de caer para siempre.
Ay! Pareciera que te supieras la historia de mi amiga Nora… espero que lo que leí no sea una forma de presagio 🙂
En todo caso sería un buen presagio: “a un centímetro de caer para siempre”, no cayendo. 🙂
tenés razon 😉
Que lindo eres, ya ves? todos los que sirven estan casados!!
… o comprometidos, hehe
Yo ya tengo al mio, escondido, bien escondido :D!
Y ? al final se cae o no ? Vuelvo a postear despues de varios dias, porque quiero saber si se cae o no !!
Daleeee que se me acaba el pochoclooooo