[7/5/2003]
A las cinco en punto de la madrugada abro los ojos a la oscuridad del insomnio. No se ve nada, pero se oye:
- En la mesa de luz, a mis espaldas, el primer libro de la pila da un paso de baile.
- Alguien ajusta un caño dentro de la pared.
- Alguno de los monstruos que viven en la pieza de Gabriel va a esconderse al placard.