Acabo de decidir que no volveré a revisar la carpeta donde mi filtro de spam manda todo lo que juzga que es basura. Se juntan demasiados mensajes, y algunos son demasiado molestos (empiezan a pedir que baje agregados especiales, me congelan la computadora durante varios segundos, me engañan con subjects tramposos, etc.). Así que ya saben: si alguien me manda un email con (por ejemplo) la palabra “teta”, lo más probable es que, lamentablemente, no llegue a enterarme.