Sí: tras todos estos años, con las idas y vueltas, los cambios y las permanencias, las dudas, los enredos, los retrocesos, las partidas imprevistas, las llegadas a destiempo, los desencuentros, los hallazgos, los abandonos, los temores, los fracasos, los pliegues y despliegues, los sueños, las mentiras, los susurros, las peleas, las risas, los lamentos, los libros sin leer, la música sin tocar, la tecla que falla, la ventana que cambia, el paraíso distante, la esperanza, los deseos, las acciones seguidas de reacciones inversas, los proyectos, las promesas, los procesos, las mañanas perdidas, las horas felices, las tardes dormidas, la luz continua, las noches, los días, el ruido constante de las construcciones y las demoliciones, lo que no funciona, lo que avanza en otra dirección, la gracia, la suela de los zapatos, el agua que corre, sigo estando adentro de mí.
Pavada de afirmación, eh? Siempre es bueno saber esas cosas.
Sí, nat, es bueno. Lo que quedaría pendiente es saber qué significan.