Allá por 1987, el baterista y percusionista Roberto Núñez y yo trabajábamos en la misma oficina. Una sola vez nos juntamos para hacer música: vino a mi casa, con unos silbatos selváticos muy extraños, y grabamos esta improvisación en mi Portastudio a cassette de cuatro canales. Hicimos dos pasadas, tratando de simular que éramos cuatro personas (o algo así). Suenan diversos instrumentos de percusión, y en un momento, inesperadamente, la Commodore 64 con la que yo hacía música en esa época.
Qué lindo suena eso de “silbatos selváticos”, ¿no?
Suenan muy bien la verdad, creo que son la base del tema.