En el fondo de cada escrito, quiera o no, por más cuidado que ponga, escondida entre las palabras y los silencios, como una trampa siempre lista, cruel, insensible, automática a la manera de un arma, preparada para el golpe bajo, la zancadilla, dispuesta a descalificarme, descalcificarme, desedificarme, inconmovible, estúpida con la estupidez profunda de un universo unipolar, ahí donde menos esperaba, y hasta me da vergüenza decirlo porque nada hay más lejos de lo que busco, de lo que espero de mí, ahí mismo se esconde peor que una araña, peor que un fantasma, peor que mis intenciones, una enseñanza.
Hola Eduardo, estoy haciendo una nota sobre literatura, lectura y niños, y no encuentro aquí un mail de contacto (te estoy escribiendo a Tamtam también. ¿Podrás ponerte en contacto conmigo?
Gracias.