Natasha (Tash) Sultana nació en 1995, el mismo año que mi hijo. Es australiana. Estuvo acá hace poco, en el festival Lollapalooza. Armó su estilo tocando en la calle. Hace loops, esa manera tan extraordinaria de multiplicarse en tiempo real, con los que construye canciones largas, complejas y encantadoras a la vez. Hay varios videos notables de ella en YouTube, siempre en vivo. Empiezo por el que más me gusta: veinte minutos para sus dos temas más conocidos, “Jungle” y “Notion”. Hipnótica, de veras, como dice Rolling Stone.
¿Con qué seguir después de esto? Con más de lo mismo, por supuesto. Otro set, esta vez en Tiny Desk Concerts, la producción de la NPR que lleva acumulada una cantidad record de artistas geniales. Veinticinco minutos para tres canciones: de nuevo “Jungle”, de nuevo “Notion”, y además “Blackbird”. No aburre verla de nuevo tocar lo mismo, porque no es lo mismo. (Si hace falta, se puede saltar al momento 17:40, donde empieza la canción nueva, para ver lo que consigue sin loops, con una guitarra de doce cuerdas.)
Para cerrar, otro “Jungle”, claro. La versión original. Es un video casero, que Tash Sultana subió a YouTube en mayo de 2016, cuando solo la conocía la gente que la había escuchado en la calle. Ahora anda por los quince millones de “views”, y la verdad es que se lo merece.