Tocadiscos

5

Confieso que de entrada me asustó. Pensé que con esa púa iba a rasguñar, desgarrar, destruir, que la garra de tigre traería sangre a la casa. Nada que ver. La púa trajo arrullo, armonía, baile, festejo. Al revés de lo que me imaginaba, esta máquina me domesticó a mí. (Llamarla “tocadiscos” es una forma de resistencia; así se llamaba su antepasado, cuando yo era chico; “bandeja” se le dice desde hace un tiempo, pero sigo creyendo que “bandeja” es otra cosa.)

Author: Eduardo Abel Gimenez

Dejá una respuesta