(La legislación sobre propiedad intelectual de EEUU acaba de liberar lo publicado allá en 1923. Internet Archive ya puso miles de libros de ese año a disposición de todos. Esta semana me dedico a unos pocos.)
The Story of Little Black Sambo, de la escocesa Helen Bannerman (1862-1946) apareció por primera vez en 1899. Como hace notar Wikipedia, los nombres de los personajes son ofensivos, pero la forma en que actúan y el relato en sí los muestra de una forma claramente positiva, algo inusual para la época cuando se trataba de negros. El libro tuvo una vida larga y exitosa. Con el tiempo volvió a aparecer con otros nombres para los personajes (Sambo pasó a ser Babaji, o Sam), y también con otros dibujos, más “profesionales”.
El cuento es un delirio.
El Negrito Sambo y su familia son hindúes, no africanos.
Su mamá es la Negra Mumbo.
Su papá es el Negro Jumbo.
La mamá le da a Sambo ropa bonita para que salga a pasear por la jungla. El pobre Sambo se encuentra con un tigre, y a cambio de que no lo coma le da su saco; a otro tigre, sus pantalones; a otro, los zapatos; y al cuarto, el paraguas.
Al tercer tigre, los zapatos le quedan bárbaros en las orejas.
Los tigres se ponen a pelear entre sí, sobre cuál es el mejor. Se sacan la ropa que le quitaron a Sambo y se persiguen mutuamente alrededor de un árbol, cada vez más rápido.
La velocidad aumenta, hasta que los tigres simplemente se convierten en un gran charco de manteca derretida. Así, el Negrito Sambo puede recuperar sus cosas. Pero esto no termina.
Justo pasa por ahí el Negro Jumbo y se lleva la manteca en un gran recipiente, “para que la Negra Mumbo cocine algo”.
La Negra Mumbo usa la manteca de tigre para hacer una montaña de panqueques, que quedan “amarillos y marrones como tigrecitos”.