Abro una cajita que anda por ahí y aparece esto. La máquina del tiempo existe.
Mes: julio 2019
“Desde la lámpara que colgaba encima de los platos y los vasos cayó lánguida, como una hoja, una brisa de pena que los alcanzó a los dos cuando se dieron cuenta de que hasta ahí habían llegado las cosas”.
“Decían casa, ruta, pueblo, agua y todo sonaba a un idioma inventándose. Esa agua que nombraban era otra cosa: blanda y sin color, sin gusto a nada, pero escapada de la palabra y escurrida entre los ruidos”.
“A mamá la recuerdo como se recuerda un paseo o un libro que se leyó hace ya mucho tiempo. Para describirla tendría que ser menos preciso. Como si le contara el mar a alguien que no lo conoce. Divagaría sobre eso que es el mar a veces: las olas que se arman a contrapelo y de la nada suben para precipitarse y explotar, la espuma que chisporrotea reflejando el sol en la costa, el desgano con el que el agua vuelve otra vez de la arena quieta al alboroto”.
“Lo que yo no decía era que, mientras me movía, en la casa, en la oficina, en el banco, en las boletas y los arreglos y las cuentas, sentía que empujaba una piedra cuadrada. Uno de esos mastodontes con los que los esclavos de otros tiempos construían templos y pirámides. Como los esclavos, yo sabía la piedra, pero no la pirámide”.
“Lucas hace las cosas como si fuera a tacharlas después en una lista”.
Fragmentos de Las tormentas, de Santiago Craig, Entropía, Buenos Aires, 2017.
Fuente de la imagen: A treatise on wood engravings : historical and practical, de Chatto, William Andrew, ; Jackson, John; Bohn, Henry G. New York, J. W. Bouton, 1881.
˥ La gente de El Gato y la Caja llama a participar en un experimento sobre “impulsos ancestrales”, usando como modelo los viejos, viejísimos siete pecados capitales. Para participar hay que responder unas preguntas, que llevan algo así como diez minutos.
˦ ¿Me parece a mí o las nubes de esta captura de Google Maps tienen carita? (Andá a ver dónde queda esto.)
˧ “Trabajando en un problema metodológico del campo de la inteligencia artificial, un equipo de científicos encontró evidencias que apoyan la Teoría de Simulación de Amenazas, que postula que los malos sueños nos entrenan para enfrentar situaciones peligrosas”. (En nexciencia.)
˨ Google ofrece una herramienta para que hagas “stories” como las de Instagram en tu propio sitio. Es gratis. Requiere entender algo de html, javascript y css. (Hay versión en castellano, ahí mismo.)
˩ La obra de Felisberto Hernández está online, libre y legalmente (al menos en Uruguay). ¡A leer!
El próximo fin de semana (viernes 2, sábado 3 y domingo 4 de agosto) estaremos con Dábale Arroz en la 8° Feria de Editores, Llevaremos los nuevos libros “industriales” y algunos de los artesanales de siempre. (También es una buena ocasión para dárselos a quienes ya los compraron y todavía no los tienen.) La Feria es una maravilla cada año, sigue a pesar de todo, y seguramente esta vez será mejor que nunca. ¡Los esperamos! (Foto de Barbi Couto, de Ediciones de la Terraza.)
Esta semana estuve en Tinkuy Encuentro con libros, el programa que se emite por la radio de la Biblioteca del Congreso los martes a las 20. El primer link lleva a la página con todos los programas emitidos: nada menos que doscientos cincuenta.
Acá se puede escuchar este en que participé:
Hacen Tinkuy Gloria Agustina (abajo a la izquierda), Rocío Gil (arriba a la izquierda), Daniela Azulay (arriba a la derecha) y Ariel Marcel (detrás de la cámara).
Sobre la mesa se ven los nuevos libros de Dábale Arroz. Durante el programa se sorteó un ejemplar de cada uno entre oyentes que participaron en las redes sociales.
Fue una experiencia genial. Los tinkuyanos son gente única, talentosa y llena de cariño. Les estoy muy agradecido. Siguen algunas fotos más, por las que también les agradezco.
F
Ruido blanco es una historieta con texto de María Eugenia Alcatena y dibujo de Muriel Frega, más música de Daniel Lanark. La publicaron las autoras, en edición independiente. Para quienes la compraron en preventa y en la presentación, vino acompañada por la estampa de “Nuestra Señora de las Migajas” que se ve a la derecha de la foto.
Tuve la suerte de escribir el texto de contratapa: “Lo que pasó, lo que nos cuentan, lo que entendemos: tres universos que, si se tocan, lo hacen en sitios inesperados. Eugenia y Muriel muestran el terror que espera por debajo de la propia vida. Habrá que evitar que nos guíe el recuerdo, parecen decir, y desconfiemos también de la percepción; pero no son ellas quienes vayan a proponer otros caminos. En Ruido blanco, imágenes y texto llevan el relato con precisión imposible para semejante mundo de neblinas”.
También estuve en la presentación, hace unos días, en un bar / teatro / lugar de cultura de Villa Crespo.
Como Eugenia me pidió que dijera algo durante la presentación, escribí las notas que siguen. No la leí, no las recité, las usé como base para hablar. No es un texto prolijo y elaborado, pero bueno, es lo que hay:
Algunas descripciones se nos quedan en la cabeza para siempre. El género de terror está lleno de eso, con el poder extraordinario que da el miedo. La ciencia ficción tiene algunas así, como el comienzo de Neuromancer, de William Gibson: el cielo tiene el color de un televisor sintonizado en un canal muerto. La imagen vuelve a aparecer en Ruido blanco —tan importante como para apropiarse del título—, y es lógico porque Eugenia tiene ese mismo poder con la descripción. Ese poder vendrá de sus estudios medievales, de su manera de mirar, de una forma reconcentrada de encarar la escritura.
En especial, su manejo de la luz, la visión. No solo el cielo de Ruido blanco: las luces peculiares de Eugenia también están en sus cuentos, incluso los inéditos que tuve la suerte de leer. Por ejemplo:
“Poco a poco el sol encendió los cristales y proyectó el entramado de rombos y guardas amarillas sobre el salón. (…) El efecto se deshizo enseguida, la luz de la mañana desbordó los filamentos de plomo y disolvió los matices del vitral”. (De “Las moscas”)
“Desde el umbral de la cocina alcanzó a ver que un crecimiento de hongos había cubierto el mármol de la mesada y la pared, en una proliferación de costras y moho que respiraba con la ansiedad de un asmático. En el centro inmóvil del estallido refulgían los tres panes, intactos; la intensidad del resplandor la lanzó rodando sobre la espalda, arañando el aire con las garras”. (De “La vía de la ascesis”)
“La luz entraba a través de un hueco estrecho, en sentido horizontal, en lo alto de una de las paredes y por debajo de la puerta, una línea apretada por la que no alcanzaba a pasar un dedo. Era una luz sucia, que empastaba las cosas en vez de encenderlas: las irregularidades en el revoque, el polvo, los dibujos apretados en los bordes de las paredes y el techo, los rectángulos celestes, marrones, naranjas y amarillos que se entrelazaban en la lona que colgaba a uno de los lados”. (De “Las jaulas”)
La luz es central en Ruido blanco. Está menos descripta en el texto, porque se ocupa la imagen. Muriel retrató esas luces espectrales de un modo notable: en muchos momentos parece que lo que vemos es el negativo del paisaje (no de los personajes). El negativo de una foto.
Esto es más evidente todavía por contraste con la secuencia del ómnibus que está justo en el centro de la historieta. Y esa secuencia es justo la parte menos confiable de todas: el relato ambiguo, contradictorio, de un recuerdo de algo que no sabemos si pasó.
Es un mundo de neblina, como me dejaron escribir en la contratapa, pero retratado con la máxima precisión. Un mundo del que hay que desconfiar, porque todo puede ser diferente de lo que vemos, pero donde la vista viene a ser más o menos lo único que nos queda.
Una gran historieta, con recursos poco comunes. Vale la pena leerla varias veces, buscando en cada lectura, a propósito, una interpretación —una luz— diferente.
Agamenlón. Rey perezoso. Todo quería que se lo hicieran los demás.
Alejandro Mango. Gobernante fácil de agarrar.
Antenas. Nombre que le daban antes a Atenas.
Apenas. Nombre de Atenas cuando era una pequeña aldea.
Apollo. El más pequeño de los hijos de Zeus. Tenía dos alitas que al spiedo salían muy tiernas.
Aquímedes. Matemático e inventor que jamás salía de su casa. “Aquí me ves”, era su frase favorita.
Ariscócteles. Filósofo griego, inventor del margarita.
Atlas. Titán condenado a hacer todos los mapas.
Cocorinto. Antigua capital de las gallinas.
Efeo. El más desagradable de los mares griegos.
Espanta. Nombre dado a Esparta por sus temerosos enemigos.
espartapájaros. Artilugio usado en Esparta para espantar cuervos.
Esquilo. Creador de tragedias para ovejas.
gracia. Chiste de Grecia.
Hades. Dios de la soja.
Herodotro. Otro historiador.
Hipócrites. Médico célebre por fingir lo contrario de lo que sentía.
Homero. Mítico escritor de la ciudad griega de Springfield.
homeroteca. Colección de obras de Homero.
Io. Amante egocéntrica de Zeus.
Jejenofonte. Creador de la risa sarcástica.
Mininotauro. Monstruo con cabeza de toro y cuerpo de gatito.
Nereidas. Ninfas que venían en lata.
Olimpiada. Certamen de limpieza en que se competía por eliminar la roña acumulada durante cuatro años.
Olimpopó. Montaña de caca divina.
Pegasus. Caballo pegajoso.
Perseveréfone. La más perseverante de las hijas de Zeus.
Plantón. Filósofo que siempre dejaba a los otros esperando.
Platonto. El más estúpido de los filósofos.
Repitágoras. Matemático que nunca logró pasar de segundo grado.
Socráteres. Filosófo griego, primer estudioso de los volcanes.
Teles de Mileto. Primer fabricante de televisores de la antigüedad. Célebre por su demostración de que dos segmentos de audiencia de un canal son proporcionales a los dos segmentos de audiencia correspondientes de otro canal, cuando los programas son para lelos.
Todolomeo. Aunque vivió en Egipto, su considerable poder salpicó toda Grecia.
Tudecídides. Historiador que siempre dejaba las decisiones a los demás.
Yo, casta. Madre de Edipo, que siempre insistía con que era virgen.
Yo-yocasta. Juguete de Edipo.
Zezeus. Dios que habla siempre con la zeta.
En 2002, comienzos de este blog, posteé estas definiciones a lo largo de varios días. Acá están reunidas y en orden alfabético. La idea gustó a otras personas, que tomaron mi material y sumaron el de otros en esta página. Después hubo otras versiones por ahí, ya sin mención de fuente.
Tres miradas sobre el cincuentenario de la llegada de la Apolo 11 a la Luna.