Wikipedia, página al azar. Caigo en Abelmoschus esculentus, planta conocida con un arcoíris de nombres: quimbombó, quingombó, gombo, molondrón, ocra, okra o bamia, candia, abelmosco.

Es una malvácea, así que voy a ver.
Familia genial, la de las malváceas. Para empezar, incluye al Hibiscus, que para mí será siempre rosa de la China, y sobre todo la rosa de la China que mi padre puso en el jardín que teníamos en Ramos Mejía.

Pero resulta que entre las malváceas está nada menos que el algodón. Wikipedia me recibe con esta imagen maravillosa:

El algodón lleva de cabeza a la industria textil. Mi abuelo paterno, Eduardo Gimenez, era obrero textil.

Trabajaba en la fábrica La Emilia, San Nicolás, donde nació mi padre en 1924. Murió mucho antes de que yo naciera.
El pueblo La Emilia ahora es ciudad. Está a la orilla del Arroyo del Medio; en la orilla de enfrente empieza la provincia de Santa Fe.
[googlemaps https://www.google.com/maps/embed?pb=!1m14!1m12!1m3!1d9853.268720751788!2d-60.315201032670096!3d-33.35092393481642!2m3!1f0!2f0!3f0!3m2!1i1024!2i768!4f13.1!5e1!3m2!1ses-419!2sar!4v1529329599552&w=600&h=450]
En enero de 1917, La Emilia se inundó. Hay una nota épica en el diario El Norte, escrita por Daniel Erne, que empieza así:
“La Emilia es ahora un pueblo triste. Con rastros de desastres y huellas de dolor. Pero la vida continúa como una mecánica milenaria. Con sol la angustia es la misma. Las marcas que dejó el agua en las viviendas son las menos importantes porque se arreglan con dinero. Las penas del alma no tienen precio”.
Muchas cosas, aquí y ahora, no tienen precio. O casi: hoy mismo, treinta semillas de quimbombó, Abelmoschus esculentus, salen ciento cincuenta pesos en Mercado Libre.
