Mirar una cara al revés no es igual que mirarla al derecho. La enorme capacidad que tenemos para reconocer caras, incluso donde no las hay, se especializa en caras con los ojos arriba y la boca abajo.
Igual, se puede creer que este soy yo dado vuelta, ¿no?
La foto que me tomé a mí mismo hace un año, al derecho, se ve así:
Por fin, esta es la foto de arriba de todo, girada ciento ochenta grados. ¿Ahora sí notás algo raro?