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Algunas entradas de Mario Levrero en mi blog, relativamente breves:

1. Dos imágenes creadas por Jorge Mario Varlotta Levrero (28/12/2002)

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“Oscuro objeto del deseo”
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“Rastros”

Antes de ponerlas acá le pregunté si me daba permiso, y si debía atribuirlas a Jorge Varlotta o a Mario Levrero. Esta fue la respuesta:

Claro que podés publicarlas en tu blog. Por favor aclará que no son de un artista plástico. El nombre, a tu elección —siempre que conste la aclaración anterior.

2. Sueño (22/1/2003)

Me escribió Jorge Varlotta:

Soñé que mi vecino se había mudado. “Con razón”, pensé en el sueño, “hace días que ya no oigo maullar al gato”. Me despertó el insistente maullido del gato del vecino.

3. La vida en Uruguay (16/2/2002)

Le pregunté a Jorge Varlotta, por email, cómo era la vida en Uruguay, el primer mundo visto desde acá (en ese momento, la Argentina estaba en una crisis profunda). Esta es la respuesta:

Por ahora se soporta, pero hay mucho temor de que todo se vaya al carajo muy rápidamente. La ciudad [de Montevideo] está muy cambiada, para mal, con los excesos del intendente frenteamplista; ha vendido todos los espacios, todo es publicidad y ruido, al menos en el centro. Caminar por 18 de julio puede ser una dura prueba, especialmente los fines de semana, que se transforma en peatonal, y los decibeles en algunos tramos afectan físicamente no sólo los tímpanos sino todo el cuerpo. Hay una falsa alegría de cumbias y candombes, y pequeños grupos que saltan y bailan alrededor de los monos que hacen ruido. El resto de la gente, como siempre en esta ciudad, se pasea con caras largas, especialmente yo.

4. El taxi sin chofer (2/3/2002)

Conté en mi blog que en Gran Bretaña probaban una especie de taxi sin chofer (muy primitivo en comparación con los autos sin conductor de ahora). Jorge Varlotta me escribió:

En Montevideo, ese taxi de ciencia ficción sería desmantelado en pocas horas. Por los usuarios, quiero decir. Después sus partes aparecerían en distintas ferias barriales.

A lo que agregó, horas más tarde:

Después se me ocurrió que aquí se implementaría de un modo un poco diferente; en lugar de tarjeta para entrar y pagar, le pondrían un guarda gallego. Habría que pagarle justo porque no tendría cambio. Metería a ocho o diez pasajeros bien apretados en cada viaje. Pero no importaría, porque de todos modos el taxi no pasaría casi nunca, al menos de noche o a las horas pico. Eso sí, tendría una pantalla de televisión con el canal de la Intendencia. Y sonido muy fuerte. Que competiría con la radio del guarda. Y la del chofer, porque sin chofer, aquí, no.

5. Qué es una obra de arte (25/4/2002)

“Una obra de arte es un aparato que permite comunicar entre sí dos almas, por medio de la hipnosis.” Lo escribió Jorge Varlotta en un email. Le pregunté si podía ponerlo en mi blog. Me contestó:

Bueno, lo he dicho a menudo, pero cuando lo hago ‘públicamente’ me veo obligado a aclarar que es un concepto que aprendí hace muchísimos años en un libro genial (que nunca volví a encontrar) llamado Psicoanálisis del arte, del francés Charles Baudouin. Creo que fue publicado por la editorial argentina Siglo XX. Pero te hablo de 1965… Lo curioso es que nunca más vi esas cuestiones tratadas por nadie más. Y es un libro fundamental para cualquier artista (especialmente por su análisis de lo que es y lo que significa el narcisismo en un artista).

Ahora (2018) veo en Un silencio menos, el libro de conversaciones de Mario Levrero compiladas por Elvio Gandolfo, que Jorge ya hablaba de esto en una entrevista con Elvio publicada en 1979.

6. La primera máquina de escribir (6/7/2002)

Conté en el blog que cuando tenía trece años me compraron mi primera máquina de escribir. Respondió Jorge Varlotta:

También a los 13 yo tuve mi primera máquina, pero no me bastó con pedirla como regalo, sino que tuve que hacer una verdadera campaña, con carteles (que ponían nerviosos a mis padres porque venían alumnos suyos de inglés a casa) y no recuerdo qué otras acciones subversivas. Les parecía un gasto innecesario. Apenas conseguí la máquina me compré un libro para aprender a escribir al tacto. “tu potro torpe”, “puerto europeo” y “quiero pupitre” me deslumbraron porque se escribían con una sola línea de teclas. Y más adelante había sanos consejos, como “No prepares para tu enemigo un horno tan caliente que te abrase a tí mismo”.

7. Sigue caminando (19/8/2002)

Escribí en mi blog una lista de frases que empezaban “Camina como”. Jorge Varlotta la continuó con una serie de hallazgos:

Camina como cruzando un arroyo por las piedras.
Camina como publicitando un shampú.
Camina como si fuera cuesta abajo.
Camina como si fuera cuesta arriba.
Camina como si fuera contra el viento.
Camina como por un piso recién lavado.
Camina como una mujer embarazada.
Camina como tratando de no mojarse el pelo en la ducha.
Camina como si tratara de limpiarse la suela de los zapatos.
Camina como en un desfile militar.
Camina como si llevara una valija en cada mano.
Camina como si buscara un taxi libre.
Camina como si usara un traje de buzo.
Camina como si tuviera que atajar un penal.
Camina como si tuviera una piedrita en los zapatos.
Camina como por un camino embarrado.
Camina como si no recordara bien adónde va.
Camina como por entre unos rieles de ferrocarril.
Este es un poco anticuado: Camina como si llevara un diploma de la Pitman.

Author: Eduardo Abel Gimenez

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