Mes: noviembre 2006
Al señor Jazmínez lo seguían por la calle, ida y vuelta. Miraba hacia atrás y ahí estaban, las narices pegadas a su ropa. Miraba hacia adelante y ahí iban más, caminando en retroceso como malos boxeadores.
En el colectivo se sentaban dos o tres en el mismo asiento que él. Pero si había mucha gente, del otro lado del pasillo abrían las ventanillas aunque fuera invierno.
En la oficina le habían puesto un escritorio pegado a la puerta del baño, y casi siempre dejaban la puerta abierta. Se sentaba entre una maceta donde no quedaban plantas y un paragüero casi siempre lleno con los restos de cuervo olvidados por otros.
De noche, ya en casa, el señor Jazmínez se ponía el pijama y se iba a dormir, muy derecho y quietito en el florero del living.
¿No es incómodo que, en unas cuantas tipografías de pantalla, la apertura del signo de admiración se vea igual a la letra “i”? Hace tiempo que esto es uno de los tantos detalles que faltan para que leer en la compu sea de veras placentero. Pero no tenía un ejemplo nítido, algo para mostrar qué bien vendría si los diseñadores de tipografías tuvieran más en cuenta estas cosas.
Ahora acabo de encontrar este avisito al pie del Messenger, que a primera vista parece anunciar un nuevo producto de Apple: junto al iPod, el iSólo.
El mío es el tercero empezando del otro lado, sin ventanas, azul si no fuera marrón, plano, en diagonal con la diagonal, ruidoso a la hora de los truenos, un poco inclinado, nada especial te diría, nada que no hayas visto, nada distinto de los otros a menos que consideres la esmeralda que tengo escondida entre los pliegues.