Madrugada

Por un momento entendí cómo sería salir a la calle y quedarme a vivir ahí. Creo que era un sueño. Fue esta madrugada, un poco antes de las seis, despierto pero queriendo dormir, mientras miraba las rayas rojas del despertador que dibujaban números globalmente comprensibles para mi cabeza globalmente incomprensora. Pero antes de que la idea se acomodara cambió el minuto y quedó un vacío. Entonces pensé en escribir un soneto, dibujar un árbol, fotografiar el muñeco de Snoopy escritor, y no hice nada de eso. Comienzo confuso del día, comienzo del día confuso, puntos en el horizonte que no terminan de hacerse barcos.

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Author: Eduardo Abel Gimenez

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