(El lector patidifuso comparte piezas sorprendentes encontradas en la web.)
Hace casi un siglo, La Revista Blanca, publicación anarquista española, traía un “Consultorio general”, en el que respondía preguntas que iban de lo político a lo personal. Ahí se combinaba qué hacer tras enamorarse de una mujer casada junto a qué luchas podían compartir (y qué luchas no) anarquistas y socialistas.
Tengo veintidós años, estoy enamorado de una mujer casada que cuenta veinticinco. Ella también me quiere, pero no se decide a seguirme por miedo a que le quiten un hijo adoptivo que tiene y porque yo cuento menos edad que ella. De acuerdo los dos, hemos resuelto consultar el caso con los redactores de La Revista Blanca. (No lleva firma)
Consejo es este muy difícil y peligroso. Son cuestiones para resolverlas individualmente y según los temperamentos de cada uno. Lo único que nos ocurre es que, ante todo, se debe plantear el asunto directamente con el marido, y si este no se aviene a razones, entonces…, entonces… El amor hará lo demás.
El hecho de haber adoptado un hijo de la maternidad, supone que no lo tiene propio, y el hecho de querer conservar a su lado un hijo que no es suyo, demuestra que es una excelente mujer.
No como esas madres que por un hombre abandonan a sus hijos, demostrando con ello que poseen un corazón incapaz de hacer feliz al primero, ni al segundo, ni al tercer marido o compañero. En fin, que nosotros creemos que la cosa se arreglará espontáneamente. ¡Vaya si se arreglará! Y como la naturaleza manda. Y nada más queremos ni podemos decir.
Hay unas cuantas consultas más, con sus correspondientes respuestas, en un artículo del sitio español Agente Provocador. ¡A leer que se acaba el mundo!