Mes: abril 2002

Mail de Silvia

[15/4/2002]

Me escribe Silvia Parisi:

“El monstruo dice que los autitos chocadores le hacen acordar a las películas de amor en blanco y negro, donde el mundo se parecía a un parque de diversiones y todo iba para mal, pero en ese momento nadie lo sabía. Y la palidez de los rostros era un toque romántico y no un problema. Y que a él le gustaría subirse a un autito chocador y estar enamorado. Mientras dice esto, lagrimea un poco (hace mucho tiempo que no tiene un momento romántico, su condición de monstruo no le permite abusar de la debilidad).”

Y también:

“Me llamó la atención tu inquietud por catalogar información y me acordé de eso que dicen, que el día que uno nace se impremen más libros en el mundo de los que uno es capaz de leer… Por supuesto que es una generalización muy mentirosa, porque habría que descartar las guías de ruta de los lugares que a uno no le gustaría conocer, las guías telefónicas, los libros Guinness…, las biografías de gente poco interesante y sobre todo: los libros de autoayuda.”

El zorro y el caracol

[14/4/2002]

Las fábulas de Gimenez. Hoy: El zorro y el caracol

Andaba un zorro siguiendo el rastro de su cena cuando el azar lo llevó junto a una planta por la que trepaba un caracol.

El destino hizo que el zorro detuviera su paso junto a la planta y moviera la cabeza hacia la izquierda. El foco de sus ojos empezó a trazar una rápida línea recta en la dirección exacta en que el caracol se detenía también en su lento ascenso y orientaba las antenas.

Hubo un momento de tensión en el universo. Los propios dioses se preguntaron qué ocurriría. Por un instante mínimo, apenas un punto en el tiempo, el nudo casi infinito de las posibilidades giró en el vacío sin que se supiera hacia dónde empezaría a deshacerse.

Después, la mirada del zorro pasó exactamente dos centímetros por encima del caracol, y ambos siguieron su camino.

No, no hay mucho en un zorro y un caracol que les importe mutuamente.

[14/4/2012]

Unos días después, Jorge Varlotta me propuso una moraleja mucho mejor: “No es oro todo lo que reluce.”

Hubo varias “fábulas de Gimenez” más, en los días siguientes. Ya van a ir saliendo acá.

La flor gigante

[13/4/2002]

Hoy, durante todo el día, la tapa de Clarín en la Web dijo (las negritas son mías):

“Será inaugurada la escultura ‘la flor gigante’ de la ciudad (5’09”)
“La obra es del arquitecto Eduardo Catalano y está al lado de la Facultad de Derecho. Mide 23 metros de alto, costó unos 5 millones de dólares. La donó la Ciudad y se inaugura este fin de semana.”

Ahora, a las once de la noche, parece que alguien se dio cuenta. Lo arreglaron:

“Será inaugurada la escultura ‘la flor gigante’ de la ciudad (5’09”)
“La obra es del arquitecto Eduardo Catalano y está al lado de la Facultad de Derecho. Mide 23 metros de alto, costó unos 5 millones de dólares. La donó a la Ciudad y se inaugura este fin de semana.”

[13/4/2012]

No era para tanto. La versión equivocada, como es lógico, no se puede ver. La otra sí.

Más interesantes resultan las noticias que se ven en esa tapa de hace diez años: por ejemplo, Venezuela: asumió un empresario y disolvió el Congreso (al día siguiente, el golpe había fracasado y Chávez estaba de nuevo en la presidencia). Los senadores se reunieron con Anoop Singh (quien había tenido su propio post en la Mágica Web un día antes). Ocho productos de  la canasta básica subieron más de 100% desde la devaluación. Como diría Kurt Vonnegut: and so on and so on.

Francisco Gandolfo en Clarín

[13/4/2002]

Hay poemas de Francisco Gandolfo en Clarín de hoy.

[13/4/2012]

Tal cual. Hay poemas de Francisco Gandolfo en Clarín de hace exactamente diez años.

Las calles de Buenos Aires reciben nombres en inglés

[12/4/2002]

De ® paulanet, donde hay más:

jump! = salta
cousin humbert = humberto primo
chairmann = mansilla
gentleman angel = angel gallardo
first joint = primera junta
cheesy place = quesada
be born! = nazca
skinny = delgado
housekeepers = caseros
charlie bald = carlos calvo
shut up! = callao
Y ya que estamos, agrego (con algunas licencias):

white whitewashed = blanco encalada
canning = scalabrini ortiz
dog cock = cangallo
montainway = viamonte
ponds = charcas
depths = honduras
with that one = conesa
johnny b. good = juan b. justo (!)
potters = olleros

Actualización: acabo de descubrir que hay más calles, graciosísimas, en roxanova. No encuentro cómo hacer un link permanente; hay que buscar un item del 12 de abril a las 12:37 AM. Una calle coincide con las que creí inventar. Con otra no estoy de acuerdo: “John, Be Just!: Juan B. Justo.” Aunque la mía sea menos precisa, insisto (con perdón), porque Johnny B. Good es una canción célebre.

[12/4/2012]

El viejo Paulanet sigue estando, aunque la autora se mudó en el 2003. Desde entonces viene posteando en el nuevo Paulanet.

Roxanova también sigue estando, pero ya no como .com.ar, sino como roxanova.com. Ahora sí hay links permanentes: acá está el post de las calles (que se titula “Otra exigencia del FMI”, lo que da más sustento al post anterior de la Mágica Web / MW+X.)

Presidente

[12/4/2002]

Ahora que Duhalde se fue a Costa Rica, podría asumir como presidente Anoop Singh.

[12/4/2012]

No es que me divierta explicar un chiste, y tampoco es que el chiste fuera bueno, y ni siquiera que fuera un chiste. Pero ahí va. Anoop Singh era (¿es?) un economista del Fondo Monetario Internacional que por aquel entonces venía a la Argentina a inspeccionar la economía. Las “recetas del Fondo” eran y son conocidas por destructivas. Y el Fondo tenía poder sobre la situación del país. Listo. Igual, no se entiende como hace diez años.

Más gracioso es cómo en el diario La Nación los links de hace diez años llevan a cualquier otra cosa. Esta vez, en lugar del viaje de Duhalde, se trata de que “desde el 18 del actual, el juvenil disputará el Preolímpico en Brasil, con la mirada puesta en Sydney”. El “actual” es enero del año 2000. El “juvenil” es el de fútbol sub 23. Todo así.

Sorprendente que el FMI mantenga vivos los links de noticias de hace diez años. Algún mérito hay que reconocerles.

Los spammers van aguzando el ingenio

[12/4/2002]

Los spammers van aguzando el ingenio, aunque no mejoren su inglés. Acabo de recibir lo siguiente:

“Thank you for use our services
Your mail: [una dirección de Imaginaria]

In request for the keywords: chicas, hq, non-nude, models, salma hayek, martina colombari, josie maran

url Result: http://www.[lo borro a propósito].com”

(Por supuesto, no sé quienes son ni jamás usé sus servicios. Nunca se me ocurriría unir en la misma búsqueda “Salma Hayek” y “non-nude”.)

[12/4/2012]

¿Qué puedo decir? Los spammers hicieron mucho más en estos diez años.

Y yo ahora no reproduciría esa lista de palabras clave. Oh, wait…

Mike, Lu y Og

[12/4/2002]

Un islote, más bien una roca vecina a la isla. Ahí viven tres patéticos piratas. Su cena habitual es sopa de piedras. El capitán, con parches en ambos ojos y dos patas de palo, baja en secreto a un sótano para hablar con su títere-conejo de ojos que son botones. El títere lo reta sin piedad.

En la isla, Mike añora la televisión, el béisbol y los patines, cosas que Og reinventa con facilidad y logran destruir la rutina por un rato. Mike tiene diez años y es una nena. Viene de Nueva York en un intercambio estudiantil que nadie explica. La isla, bueno, “nadie sabe dónde la isla está”, dice la mala traducción de la canción inicial.

Mike, Lu y Og es un excelente dibujo animado, creado por Chuck Swenson, que pasa Cartoon Network. El material de promoción que ofrece el canal, a donde lleva el link, da una idea muy pobre de los méritos de la serie. (Es mejor el sitio en inglés.)

Algunos datos más:

  • Tres animales (cerdo, cabra y puercoespín) discuten sobre filosofía, y no permiten que los humanos (con una excepción) descubran que saben hablar.
  • El gobernador de la isla viste como todos, en un estilo primitivo-Oceanía-Gauguin-clisé, pero lo distingue un clásico reloj con cadenita. La cadenita termina en un anillo que lleva en la nariz.
  • La hija del gobernador, Lu, es una “princesa” egoísta que maltrata a su tortuga Lancelot y a todos los demás. Tiene la voz al menos una octava más aguda que cualquier otro personaje.
  • Hay un hombre que vive cazando, armado de arco y flecha (terminada en sopapa), siempre a un mismo animal. Con tamaño y aspecto de adulto, es tal vez el niño verdadero del grupo.
  • Hay una mujer que cocina y escribe y hace obras de arte. La única voz relativamente sensata, también lo abandona todo para salir a jugar con los demás.
  • El hijo de ambos, Og, es un niño genio que fabrica helicópteros con maderas y cocos (y es el miembro humano del club filosófico de los animales; Kant y Spinoza son allí nombres frecuentados).
  • Hay también un viejo brujo cascarrabias, que vive en una caverna cerca de la cima del volcán y espía a los demás con su telescopio oculto.

Todo está dibujado con soltura, tiene linda música y unos fondos de sencillez maravillosa, pintados con acuarela hábilmente desprolija y manchada (por ejemplo, este, este y este).

Sí, Mike, Lu y Og es una verdadera joya. Pero mejor, mucho mejor, es Coraje, el perro cobarde.

[12/4/2012]

No se puede confiar en las grandes corporaciones del entretenimiento. Lo digo en serio, y es una porquería. No conservan los links. Jamás. Ninguno de los de este post sigue en pie. Todos de Cartoon Network. Así que ahora pongo links a la Wikipedia (en inglés), como corresponde. ¡Ratas!

No quise hacerme el vivo reseñando Mike, Lu y Og en vez de Coraje. Es que tenía tal entusiasmo por Coraje que no me atreví a escribir nada. No sabía por dónde empezar, o cómo transmitir tanta genialidad. Visto a la distancia me sigue pareciendo excelente, pero tal vez Mike, Lu y Og fuera igual, o casi, de buena.

El ciudadano de mis zapatos

[12/4/2002]

“No distingo lo que quería hacer de lo que sólo se parece a lo que quería hacer de lo que es para el otro lado de lo que quería hacer. Si tenía ganas de ser corredor de coches termino subido a los autitos chocadores y, lo que es peor, no entendiendo por qué si tienen ruedas y volante y acelerador no me siento como quería. Debe ser, me lo explico, que no quería ser corredor de coches. Y esa manera de corregir mi error es, otra vez, un error. Como el que se interna en un bosque tirando miguitas y no deja de hacerlo nunca, en la seguridad de que no se va a perder pues está tirando miguitas. Al poco tiempo todo el bosque está lleno de miguitas que indican todos los caminos posibles y ocultan el primero. Contar esta historia es una manera de mantener las manos ocupadas, para que ya no sigan en la valiosa tarea de tirar miguitas. Con la esperanza de que algo se despeje, de lograr desandar algo, ahora voy dejando palabras.”
(Luis María Pescetti, en la muy conmovedora novela El ciudadano de mis zapatos, Premio Casa de las Américas 1997. El capítulo 1, completo, está aquí.)

[12/4/2012]

Nuevo link para el capítulo 1, esta vez en la edición corregida de Punto de Lectura, 2004. (Este fragmento sigue igual.)

Esto de las casualidades a veces sorprende en serio. En el post inmediatamente anterior hablabla de las Irrupciones, que inicialmente publicó otra editorial, pero en estos diez años reeditó Punto de Lectura. Y ahora, en el post siguiente, hablo de El ciudadano de mis zapatos, que inicialmente publicó ottra editorial, pero en estos diez años reeditó Punto de Lectura. No es que mencione tantos libros por aquí. Y menos esa editorial en particular. ¿Qué falta ahora?

Irrupciones

[11/4/2002]

“El libro crea un espacio de intimidad entre el autor y el lector; cuando uno escribe una novela o un relato y sabe que de ser publicado lo será en forma de libro, o al menos irá a parar a una publicación especializada en literatura, puede trabajar más libremente en su creación porque, de alguna manera, se siente como en familia. Cuando uno sabe que ese texto será publicado en una revista, automáticamente y sin ninguna clase de presión visible exterior, le pone al texto sus límites porque sabe que ojos no familiares recorrerán esas líneas. Uno escribe como si se pusiera traje y corbata para salir a la calle o, al menos, evitara mostrarse en calzoncillos; en todo caso, es lo que a mí me sucede. Creo que por ese motivo el lector notará sin duda que hay ciertos abismos a los que no se desciende y ciertas alturas que no se alcanzan.”
(Mario Levrero, en el prólogo de Irrupciones, recopilación en libro de columnas publicadas en la revista uruguaya Posdata. Es una trampa: luego de anunciar de esta manera espejitos de colores, M.L. se dedica alegremente a repartir rubíes y diamantes. Hay fragmentos de Irrupciones en la Web: aquí y aquí. Para terminar, una casualidad de esas que no existen: Jorge Mario Varlotta Levrero me escribió en un email que todo el mundo llama a este trabajo “Interrupciones”; si se busca en Google “mario levrero irrupciones“, la página de resultados termina preguntando amablemente “Did you mean to search for: mario levrero interrupciones“.)

[11/4/2012]

Lo de “La idea fija” ahora está acá. Poesia.com no aparece. Google ya no sugiere “interrupciones”, y vale la pena hacer la búsqueda porque hay muchos resultados valiosos.

Inicialmente los libros iban a ser cuatro, de los que quedaron dos, publicados por la editorial De los flexes terpines. En 2007 Punto de Lectura hizo una edición de los cuatro juntos, que no vi.

El 31 de marzo de 2002, hablando por mail sobre las Irrupciones y los libros (de todo lo cual yo todavía no había visto nada), Jorge me manda la colección de las columnas para Posdata. Escribe:

“Ooops. No tengo, no me explico por qué, los archivos de los que serían los originales de los libros. De modo que te envío una versión anterior, no del todo corregida, más el prologo al cuarteto que por ahora es dúo. No estoy seguro de que estén todas las irrupciones de los dos libros; tal vez falten, o más probablemente sobren.

“Bueno, sí, sobran algunos, y le faltan dibujos (la magnífica serie del ratón Mouse!). Como compensación, encontré el dibujo original (original.jpg) que tendrás el privilegio de ver en color; en el libro salió en blanco y negro.”

Así que acá está, original.jpg, tal como me llegó:

(Sí, encontré unos cuantos mails que intercambiamos Jorge y yo por aquel entonces, fuera del maldito archivo impenetrable de Outlook.)