La Pelota Pavota y el Globo Bobo

Había una vez dos amigos, la Pelota Pavota y el Globo Bobo. Un día, la Pelota Pavota dijo:

—¿Sabés qué, Globo Bobo?

—¿Qué, Pelota Pavota? —contestó el Globo Bobo.

—Quiero tener una arista —dijo la Pelota Pavota.

—¿Una qué? —preguntó el Globo Bobo.

—Una arista —respondió la Pelota Pavota—. Soy tan redondita, tan suave, que nadie me respeta. Necesito algo en punta, algo que lastime, para que los demás me respeten.

El Globo Bobo se quedó mudo con el discurso de la Pelota Pavota. La Pelota Pavota también, porque era lo más largo que había dicho en su vida.

La cuestión es que los dos se pusieron enseguida a buscar cómo hacerle una arista a la Pelota Pavota. Lo probaron todo, aunque es difícil decir lo que hicieron porque fueron cosas del mundo de los Globos y las Pelotas, que nosotros los Humanos muchas veces no comprendemos.

Pasaron las horas. Estaban a punto de rendirse cuando de pronto, zas, un costado de la Pelota Pavota se pinchó. Entusiasmado por lo que parecía el comienzo de una arista, el Globo Bobo empezó a tirar y soplar y empujar, hasta que la Pelota Pavota quedó hecha toda aristas en el piso.

Lleno de terror por lo que había provocado, el Globo Bobo partió gritando hacia el horizonte.

Desde entonces, a la Pelota Pavota todos la conocen como la Pelota Rota. Y al Globo Bobo… Bueno, el Globo Bobo ahora es Ultra Globoman, el Asesino Demente.

26 de Septiembre 032
(Foto publicada en Flickr y compartida acá con la herramienta de Flickr para compartir.)

 

 

Author: Eduardo Abel Gimenez

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