Autor: Eduardo Abel Gimenez

Un retrato del tiempo

 

Lado 1, tema 6 del cassette “Juegos imposibles”
Música e instrumentos por Eduardo Abel Gimenez
Grabado en Estudio Tubal en enero de 1983
Grabación y mezcla: Lito Vitale
Imagen: The elephant clock in a manuscript by Al-Jazari (1206 AD) from The Book of Knowledge of Ingenious Mechanical Devices (Wikipedia)

Cambio de instrumentos: charango, bombo legüero y pincullo (o pincuyo, pinkuyo, pinkullo, como prefieran escribirlo). Pero no es música latinoamericana sino árabe. La pequeña frase musical que se repite viene de una grabación antropológica (de un disco que tampoco encuentro, caramba) hecha en algún lugar desértico. También hay un pandero.

La fiesta en el patio

Lado 1, tema 3 del cassette Juegos imposibles
Música e instrumentos por Eduardo Abel Gimenez
Grabado en Estudio Tubal en enero de 1983
Grabación y mezcla: Lito Vitale
Imagen: Gallego (galicien) dansant la gallegada, Davillier, Jean Charles, barón, 1823-1883 (Wikipedia)

Esto viene de las reuniones de Navidad en el patio de la casa de mis padres, con tíos y primos y, sobre todo, mis abuelos gallegos. Fue mi intento de hacer música más o menos gallega, usando flautas dulces, una melódica y unas castañuelas con mango. Tras grabar este tema se lo mostré a mi abuela, que por entonces tenía 83 años, sin decirle que lo había hecho yo. Su comentario fue imborrable: “¡Qué muiñiera tan fea!”.

La muralla de entrecasa

Lado 1, tema 2 del cassette Juegos imposibles.
Música e instrumentos por Eduardo Abel Gimenez. Grabado en Estudio Tubal en enero de 1983. Grabación y mezcla: Lito Vitale. Imagen: Dry Stone Wall – Blackmile Lane, en:Grendon, Northamptonshire Picture by R Neil Marshman (c) RNM 23 May 2005 (GNU Free Documentation License).

Una especie de milonga abolerada, con un toque árabe por ahí. Hay cuatro guitarras.

Tras pasarme del rock sinfónico a Neil Young y disfrutar de un período medieval y renacentista, me dieron ganas de jugar con los géneros, disfrutar de las armonías más tontas y dejar de hacerme problemas. Me imaginé que en el resultado se iba a notar una intención más o menos irónica, pero creo que no, que salió serio.

 

El inventor de cuentos

En enero de 1983 grabé mi primer cassette de música, Juegos imposibles. Fue en el estudio Tubal de Villa Adelina, el de la familia Vitale, con Lito a cargo de la grabación y la mezcla. Compuse los temas y toqué los instrumentos. Cecilia Gauna puso la voz en dos canciones y dos temas sin letra.

Aquí está la tapa que diseñó Pablo Pérez, desplegada (click para verla más grande y legible):

juegimp

“El inventor de cuentos” es el primer tema del lado A:

Imagen: Kobzars: Kravchenko of Poltava guberniya and Dremchenko of Kharkov guberniya (Wikipedia)

La melodía viene de “Leu chansonet’ e vil”, de Guiraut de Bornehl (Francia, siglo XII), que estaba en un disco que ahora no encuentro por ninguna parte. Hay guitarra (cuerdas de nylon, como en todo el resto del cassette), tres flautas dulces y una pandereta. (Ahora pienso que debí conservar el título original. No sé por qué se lo cambié.)

Lito Vitale dijo que no se había imaginado que yo iba a grabar música medieval. Pensó que hacía una especie de folk a lo León Gieco, supongo que por mi aspecto de aquella época. En realidad, no grabé música medieval: hay fuertes influencias, pero sólo en algunos temas. Otros apuntan en direcciones bastante diferentes.

Gracias a YouTube, podemos escuchar una versión “real” de “Leu chansonet’ e vil”, de Guiraut de Bornehl (pero no es la que tenía yo en ese disco viejo):

Adelante

De una habitación a la siguiente cambian el olor, la luz, el ruido. La temperatura, sin embargo, es constante. Todo está mojado. El movimiento del aire es como el temblor que se extiende por una población de lobos marinos.

Hay quienes están en silencio. Hay quienes murmuran. Los que caminamos hacemos esfuerzos para no arrastrar los pies. El progreso es lento porque nadie le dice a la multitud en qué dirección conviene ir. No te veo entre la gente, y tampoco entre los otros. Detrás de mí, alguien viene tarareando una canción que se me había ido de la memoria.

Allá adelante está más oscuro.

7 adelante

Letras

Taylor Browne sale de la oficina a medianoche, sin sospechar que estoy escribiendo sobre él. Lleva el portafolios bajo el brazo derecho, y parece contar los mosaicos del piso con la mirada mientras camina hasta el ascensor. No se da cuenta de las palabras que lo describen aquí. Ya en la calle, levanta la vista hacia el negro amarillento del cielo que la ciudad ofrece a esa hora, vuelve a bajarla y se encamina a la estación de tren. No ha oído hablar de mí, y es poco probable que en el futuro se entere de mi existencia. Camina rápido. En la calle desierta los pasos hacen el ruido de una vieja máquina de escribir. Mientras tanto esta página se va llenando de letras que lo representan malamente, que lo exponen sin explicarlo, que lo señalan sin redimirlo, y él que no se da cuenta.

6 Letras

La caída

A mitad de cuadra tropieza con una baldosa mal alineada y empieza a caer. Trae las manos llenas de bolsas y no atina a soltarlas, de manera que ya desde el comienzo sabe que acabará golpeándose la nariz, o por lo menos la mejilla, contra el piso, justo al lado de esa caca de perro que se seca a la sombra de las nueve de la noche.

No es justo. Venía teniendo pensamientos altruistas, venía creyendo que la gente es buena, y que él mismo debía ser aún mejor para merecer un lugar en el mundo. Venía repitiendo casi en voz alta tres buenas acciones que pensaba llevar a cabo ese mismo día, discutiendo con Dawkins y los genes egoístas, suponiendo que la humanidad en conjunto puede superar la condena de la biología. Y ahora que acaba de tropezar y está cayendo, se da cuenta de que hay algo en el universo que no responde a leyes éticas, y mucho menos a un concepto de justicia.

No es algo nuevo. Siempre lo supo. Siempre se dio cuenta, desde aquella vez que se decidió a patear en el culo al peor enemigo de la primaria y le erró. De manera que ni siquiera se siente original, o cree haber descubierto algo nuevo mientras el piso se le acerca cada vez a mayor velocidad y ya está claro que será la nariz, justo la nariz la que golpeará el trozo oscuro de cemento, a centímetros de la caca aún más oscura, en este rincón del universo donde a veces no llega la luz de las estrellas.

5 Caída

La espera

La espera no es una sola. Las esperas se superponen, se cruzan, se entremezclan.

Lo sé porque soy experto. Mi rol es siempre el de esperar. Puedo esperar once cosas simultáneamente, y al parecer sin esfuerzo.

Pero todo tiene precio, y la espera también. El tiempo gastado en esperar vale por dos, y llega un momento en que ese tiempo se suma, y entonces soy más viejo.

4 Espera

Azul

Azul cobalto. Liza acerca la copa a la nariz hasta tocar el borde, física de asteroides, asimetría íntima. Paul toma despacio y sin parar, catástrofe para esta misma noche. La luz se esconde tras el biombo. En la mesa quedan restos de un postre obligatorio, chocolate avergonzado, lirios de campo. Las encuestas no hablan de esto. La luna está en otra parte, pero igual es de noche. Liza se ríe con el lado izquierdo. Paul, en espejo, con el derecho. Están de acuerdo en algo que ni sospechan.

Azul cobalto es el color de la electricidad.

3 Azul cobalto

Enigma

Mientras dobla las toallas esconde perlas falsas en los pliegues. Enciende una vela y deja caer cinco gotas de cera en la almohada. Abre el horno, mete tres medias diferentes y vuelve a cerrarlo. Hace un nudo con la cortina del baño. Hunde un anillo en la taza de café. Mueve a un costado la mesa del living, da vuelta la alfombra que está abajo y pone la mesa otra vez en su lugar. Sale al balcón y, mientras se decide, piensa que si hubiera vida tras la muerte podría mirar la expresión de todos cuando tratan de resolver el enigma.

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